Impulso a los aviones de combate europeos: París, Berlín y Madrid cierran el acuerdo
Francia, Alemania y España declararon el lunes que habían llegado a un acuerdo sobre la siguiente fase de sus planes para construir un avión de combate europeo conjunto, culminando meses de negociaciones sobre cómo compartir el trabajo y la propiedad intelectual.
Los ministros de Defensa de los tres países afirmaron haber llegado a un acuerdo «equilibrado» para llevar a cabo la investigación necesaria para seleccionar la tecnología que sustentará el Sistema Aéreo de Combate del Futuro (FCAS).
La oficina de la ministra de Defensa francesa, Florence Parly, dijo que los contratos de la «Fase 1B» tendrían un valor de 3.500 millones de euros (4.300 millones de dólares) de aquí a 2024 y se financiarían y repartirían a partes iguales entre Francia, Alemania y España.
La fase 2 consistirá en la construcción de un demostrador, un primer prototipo destinado a probar la fiabilidad de la tecnología punta del avión.
El acuerdo anunciado el lunes era crucial para avanzar en el mayor programa de defensa de Europa, que pretende demostrar la capacidad del continente para integrar sus dispares fuerzas de defensa y aumentar su soberanía militar.
Al gobierno alemán se le estaba acabando el tiempo para conseguir la aprobación parlamentaria de la fase de investigación antes de las elecciones generales que se avecinan en otoño.
Parly y sus homólogas alemana y española, Annegret Kramp-Karrenbauer y Margarita Robles, afirmaron que los tres países estaban dispuestos a dar al acuerdo una «validación formal».
Francia y Alemania anunciaron sus planes de construir un avión de combate común en 2017, y España se sumó posteriormente.
La francesa Dassault Aviation y el fabricante europeo de aviones Airbus, que se asocian para construir el avión, esperaban completar un demostrador para 2026, pero ahora solo se espera que lo hagan para 2027.
El avión está previsto que sustituya a los Rafale de fabricación francesa y a los Eurofighter alemanes y españoles en 2040.
Además de un avión de combate de nueva generación, el programa FCAS incluye drones y una red de comunicaciones ultrarrápida denominada «nube de combate» que utilizará capacidades de inteligencia artificial.
Se espera que el coste total del programa alcance casi 100.000 millones de euros, frente a las estimaciones anteriores de entre 50.000 y 80.000 millones de euros.