Los resultados preliminares del ensayo clínico sugieren que no hay inconveniente en mezclar las vacunas.
OVIEDO, España
Vacunar a los pacientes con coronavirus que han recibido la vacuna de AstraZeneca con la de Pfizer es seguro y eficaz, según los resultados preliminares de un estudio español publicado el martes.
El pequeño ensayo clínico dirigido por el Instituto de Salud Carlos III de España descubrió que la mezcla de las vacunas podría proporcionar una mayor protección contra el virus.
Los anticuerpos neutralizantes en las personas que recibieron una segunda dosis de la vacuna de Pfizer se multiplicaron por siete en comparación con las que recibieron sólo una dosis de AstraZeneca.
Se trata de un aumento mayor que el encontrado en estudios anteriores cuando se administraron dos dosis de AstraZeneca, según el instituto de salud pública.
Los efectos secundarios también fueron relativamente leves en los que recibieron una segunda dosis de Pfizer. Nadie necesitó un tratamiento médico serio, pero el 44% informó de dolores de cabeza, el 25% tuvo escalofríos y el 2,5% tuvo fiebre.
En el ensayo clínico participaron 673 personas que recibieron la primera inyección de AstraZeneca. En el grupo de control había 232 personas que no recibieron una segunda dosis de la vacuna, mientras que a las 441 restantes se les administró una inyección de Pfizer.
España aceleró el estudio después de administrar las vacunas de AstraZeneca a unos 2 millones de trabajadores esenciales menores de 60 años. Después, cuando se descubrió una posible relación entre la vacuna y los coágulos sanguíneos, el país cambió su política y sólo administró la de AstraZeneca a los mayores de 60 años.
«Los resultados de hoy apoyan la vacunación de las personas que han recibido la primera dosis de AstraZeneca con Pfizer, pero la decisión final no corresponde a los investigadores», dijo Jesús Antonio Frías, del Instituto de Salud Carlos III.
Las autoridades sanitarias españolas debatirán más adelante qué hacer con los trabajadores esenciales que permanecen en un limbo vacunal.
Daniel López Acuña, ex director de la Organización Mundial de la Salud, argumentó que el pequeño estudio, con importantes limitaciones, no constituye una base sólida para tomar decisiones de salud pública.
«El estudio no analizó a las personas que recibieron una segunda dosis de AstraZeneca o Moderna… y es incapaz de detectar efectos secundarios de baja frecuencia», escribió en Twitter.
«La Comisión de Salud Pública debería seguir las recomendaciones de la OMS y la Agencia Europea del Medicamento y aprobar la segunda dosis de AstraZeneca en personas menores de 60 años».