Decenas de inmigrantes rescatados y cuatro muertos tras encallar la embarcación en Lanzarote
LANZAROTE, España, 18 de junio – Más de 40 inmigrantes africanos fueron rescatados después de que su embarcación encallara en la costa rocosa de Lanzarote, en las Islas Canarias españolas, a última hora del jueves, según informaron los servicios de emergencia, mientras que más de 100 personas que viajaban en otras dos embarcaciones lograron llegar a salvo a otras islas.
Los equipos de rescate sacaron el viernes por la tarde el cadáver de un niño, lo que elevó a cuatro el número de víctimas mortales, mientras que los buzos de la policía se preparaban para iniciar la búsqueda de una persona que sigue desaparecida.
Los cuerpos de un hombre y dos mujeres, una de las cuales estaba embarazada, habían sido recuperados a primera hora del día, dijo un portavoz de los servicios de emergencia.
El residente local Marcos Lemes, que fue el primero en llegar al lugar de los hechos y alertó a los servicios de emergencia, dijo a Reuters que había empezado a sacar a la gente del agua después de dar su teléfono a un niño para que lo utilizara como linterna.
«Salí corriendo de casa con dos boyas que tengo en casa y cuando llegué era una locura… Vi un gran número de personas en el arrecife».
Una docena de personas del grupo rescatado, entre ellas dos bebés y dos niños pequeños, fueron trasladadas al hospital, dijeron los servicios de emergencia regionales.
Otra embarcación con 58 personas llegó a Fuerteventura y una tercera con 52 personas desembarcó en la pequeña isla de El Hierro.
En lo que va de año, más de 5.700 migrantes han realizado la peligrosa travesía desde África hasta el archipiélago canario, más del doble que en el mismo periodo de 2020, que a su vez se multiplicó por ocho respecto a 2019.
Un récord de 850 murieron en la ruta el año pasado, según la agencia de migración de las Naciones Unidas, que sugirió que el COVID-19 había impulsado a muchos trabajadores de industrias en dificultades como la pesca o la agricultura a emigrar.
Con las instalaciones de llegada en Canarias llenas hasta los topes, las autoridades han alojado a miles de migrantes en campamentos cuyas condiciones han sido criticadas por grupos de derechos.
