Se retiran las máscaras de la calle en España, pero la mayoría de los rostros permanecen cubiertos

El sábado se vieron algunas sonrisas en Madrid, pero la mayoría mantuvo el rostro cubierto, ya que España dejó de exigir el uso de máscaras en la calle.

Desde hace poco más de un año es obligatorio llevar una máscara al aire libre, y los infractores se arriesgan a ser multados, pero en la plaza de la Puerta del Sol de Madrid se veían pocos con la cara descubierta.

«Me gusta mucho pasear y sudo mucho, así que para mí, quitarme la máscara es un placer», sonríe Antonia Maldonado, de 76 años.

Ella y su marido, ambos de 70 años, son de las pocas personas que caminan por la concurrida plaza sin máscaras bajo un cielo azul sin nubes.

Las mascarillas empezaron a ser obligatorias en el transporte público a principios de mayo de 2020 en un intento de reducir los contagios de Covid-19, y en pocas semanas se hicieron obligatorias en la calle para cualquier persona mayor de seis años.

Las personas pueden ahora quitarse la mascarilla al aire libre siempre que se mantengan a 1,5 metros de distancia, pero deben cubrirse si eso no es posible, dijeron las autoridades sanitarias esta semana.

Y las máscaras siguen siendo obligatorias en el transporte público o en los taxis o coches que transporten a personas que no conviven.

«Creo que será un proceso muy lento para que la gente se sienta cómoda sin usar la máscara en público, en interiores o donde sea», dijo Gustavo Rodríguez, un ingeniero de sistemas de 34 años que está de visita desde Miami y que no llevaba máscara.

«Estoy vacunado, por eso me siento un poco más seguro. Para mí, no representa ningún tipo de peligro o riesgo», sonrió.

La mascarilla es imprescindible hoy en día

La decisión fue aprobada por el gabinete del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el jueves, y llega en un momento en el que las tasas de vacunación aumentan y los contagios siguen disminuyendo.

Hasta ahora, más de la mitad de los 47 millones de habitantes de España se han vacunado por primera vez, y una de cada tres personas está completamente vacunada, según datos del viernes.

Sin embargo, muchos compradores insistieron en que seguirían usando mascarillas hasta que la situación fuera un poco más estable.

«Es esencial llevar una mascarilla, no para protegerme a mí misma, sino para proteger a todos los que me rodean», dijo María Luisa Inés, de 69 años, con la cara cubierta.

«Para mí una máscara es esencial hoy en día».

Eduardo Marín Valdez, un maestro de escuela de 59 años que acababa de vacunarse por segunda vez, también había optado por mantener su mascarilla.

«Sé que estoy protegido, pero aún podemos ser contagiosos, así que cualquier medida de seguridad es buena», dijo a la AFP.

«Las mascarillas sólo deben desaparecer cuando las autoridades científicas lo digan, que será cuando haya un porcentaje muy alto de personas vacunadas o cuando la instancia acumulada de casos sea mínima».

Hasta ahora, España ha perdido más de 80.000 vidas a causa del virus y ha contabilizado más de 3,7 millones de casos.