La vida nocturna catalana volverá a estar en pausa este fin de semana.
El gobierno catalán ha prohibido los eventos en interiores a partir de este viernes, en un intento de restringir la propagación del Covid-19, especialmente entre los jóvenes. «Hay que tomar medidas y hay que frenar la interacción social», dijo la portavoz del gobierno, Patrícia Plaja. Las medidas estarán en vigor hasta el 26 de julio.
Según se detalla en la página web de la ciudad de Barcelona, se permitirá la celebración de eventos al aire libre, con un toque de queda a las 3 de la madrugada. Para los eventos al aire libre en los que se permita bailar y haya más de 500 asistentes, la nueva norma exige un test negativo o una prueba de vacunación.
Joaquim Boadas, presidente de Fecasarm -la Federación Catalana de Asociaciones de Restauración y Actividades Musicales- criticó la decisión del Gobierno. «Tenían la oportunidad de utilizar el sector [del ocio nocturno] como un aliado estratégico si [los asistentes] se sometían a la prueba para entrar», dice Boadas, «ya que esto supone una detección masiva entre los jóvenes, en su mayoría no vacunados. En cambio, han optado por la decisión equivocada, que es sacrificar el sector legal, lo que conllevará un aumento de la práctica del ocio nocturno ilegal y un incremento de los contagios porque en estos espacios no hay medidas sanitarias ni de seguridad.»
Cataluña reabrió los locales de interior el 21 de junio, con un 50% del aforo normal permitido. Desde entonces, la tasa de casos entre personas de 15 a 29 años se ha multiplicado por 10. Los ingresos hospitalarios también han aumentado un 33% en los últimos 10 días.