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Análisis: El indulto a la planta española pone de manifiesto el reto de la reestructuración de Airbus

PARÍS (Reuters) – Airbus ha desactivado una disputa sobre el futuro de una fábrica en el sur de España, pero la planta de Cádiz y sus 300 puestos de trabajo siguen en la lista «crítica» en un posible revés para la finalización de una reestructuración de toda la empresa, dijeron fuentes de la industria.

Airbus canceló el miércoles sus planes de venta de dos unidades francesas y alemanas, largamente aplazados, y anunció una nueva propuesta de separación de la producción de pequeñas piezas en serie.

Pero pospuso cualquier cambio físico en una red de más de una docena de fábricas de aviones comerciales en Francia, Alemania, Gran Bretaña y España, lo que llevó a los sindicatos españoles a aclamar un indulto para la planta de Puerto Real en Cádiz, al menos por ahora.

Los sindicatos y los políticos locales han luchado para defender la planta desde que Airbus dejó de construir el superjumbo A380. Los trabajadores de la planta robotizada habían ensamblado los enormes estabilizadores horizontales del mayor avión de pasajeros del mundo.

El trabajo allí también se ha visto interrumpido por la caída de la demanda de otros grandes aviones como el A330 durante la pandemia.

Las tensiones estallaron a principios de este año cuando un alto ejecutivo alemán dijo que la planta de Airbus -una de las dos que hay en Cádiz- «no era competitiva». Cientos de manifestantes se reunieron allí esta semana.

Los sindicatos españoles son reacios a completar las negociaciones sobre un plan de reestructuración más amplio de Airbus hasta que se resuelva el futuro de Puerto Real, según personas familiarizadas con las conversaciones.

El miércoles, Airbus acordó formar un comité de negociación y los sindicatos dijeron que la empresa examinaría nuevos trabajos para la planta a partir de 2023.

«Es ciertamente mejor que si hubieran anunciado la decisión firme de cerrar la planta y se hubieran negado a abrir un diálogo», dijo Juan Antonio Vázquez, del sindicato UGT.

Airbus dijo que estaba evaluando las operaciones españolas «desde la perspectiva de la carga de trabajo» y que quería garantizar la viabilidad y competitividad de Cádiz. Sin embargo, personas cercanas a la empresa dijeron que no se había tomado ninguna decisión sobre su futuro o sus puestos de trabajo.

TENSIONES ESPAÑOLAS

El destino de la planta ilustra lo que está en juego en la lucha de Airbus por recortar costes de cara al COVID-19, al tiempo que preserva un rompecabezas industrial europeo de décadas de antigüedad y políticamente sensible.

Airbus está suprimiendo unos 15.000 puestos de trabajo, pero algunos miembros del sector han acusado a la empresa de evitar decisiones difíciles sobre la reducción de la huella de la fábrica.

Fuentes cercanas a Airbus afirman que los cambios son el inicio de un plan para preparar la próxima generación de aviones a menor coste, pero reconocen las limitaciones políticas de los planes industriales en Europa.

Cádiz, asolada por el desempleo, es el último factor de irritación en las relaciones entre Airbus y España, que posee el 4% del grupo. El sector aeroespacial representa el 7% del PIB industrial español.

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