El plan de reapertura del ocio nocturno es demasiado lento para algunas regiones españolas y demasiado flojo para otras
Varias regiones españolas criticaron el jueves un plan nacional para suavizar las restricciones de COVID-19 en discotecas y bares en función de las tasas de infección por ser demasiado lento o demasiado laxo, lo que pone de manifiesto las tensas relaciones entre las distintas administraciones.
Según el plan, que fue aprobado por un estrecho margen en una cumbre regional el miércoles, las regiones con una tasa de infección en 14 días inferior a 50 casos por cada 100.000 personas podrán abrir los locales nocturnos hasta las 3 de la madrugada.
Madrid, cuya líder conservadora, Isabel Díaz Ayuso, ganó recientemente unas elecciones aplastantes tras hacer campaña con medidas más laxas, y que tiene una tasa de 14 días de 165 casos, ha dicho que no se adherirá al plan.
«Esta norma no es obligatoria y no se puede aplicar», dijo Ayuso. «Estamos hablando de una imposición política que no se basa en la salud y es arbitraria».
Miquel Iceta, ministro de Política Regional del Gobierno de coalición de izquierdas de España, instó a los jefes regionales descontentos a no ver el plan como una imposición.
«Les ruego a todos que lo respeten, no porque sea obligatorio, sino porque es bueno para todos», dijo.
La tasa global de contagio en España bajó el miércoles a 118,5 casos por cada 100.000, reduciéndose casi a la mitad desde finales de abril, pero sólo las islas Baleares, la Comunidad Valenciana y el enclave norteafricano de Ceuta cumplen el requisito de estar por debajo de los 50 casos para abrir los clubes.
En las regiones consideradas de riesgo medio, donde los contagios tienden a la baja -el caso de la mayor parte del país-, los locales también pueden abrir, pero el aforo está limitado al 30%.
Iñigo Urkullu, el lehendakari, como se llama al jefe regional en el País Vasco, dijo que se oponía a la flexibilización de las medidas argumentando que era demasiado floja y dijo que se mantendría en los límites que su administración aprobó a principios de esta semana, según la agencia de noticias local Europa Press.
Alberto Núñez Feijoo, líder de la región noroeste de Galicia y compañero del Partido Popular de Ayuso, acusó al gobierno central de izquierdas de obstaculizar la reapertura de la economía.
«El mismo gobierno que dejó la responsabilidad en manos de las regiones y se negó a coordinar durante lo peor de la pandemia quiere ahora limitar el proceso de apertura», tuiteó.
«No debemos cometer ese error».