España espera un rápido final de la disputa con Marruecos con la devolución de más inmigrantes
MADRID – El embajador de Marruecos en Madrid advirtió el viernes que si España permite que el líder del movimiento independentista del Sáhara Occidental salga de España sin informar a Rabat empeorará la crisis diplomática entre Marruecos y España.
Brahim Ghali recibe tratamiento en un hospital español desde abril tras ser diagnosticado con COVID-19, lo que enfureció a Marruecos y llevó a Rabat a relajar los controles fronterizos que permitieron la entrada de miles de inmigrantes en el enclave norteafricano de España, Ceuta, el lunes.
La embajadora marroquí, Karima Benyaich, declaró a la agencia de noticias española EFE en Rabat que si Madrid permitiera a Ghali salir de España sin informar a Marruecos, como ocurrió cuando vino a España, «optaría por el estancamiento y el empeoramiento de las relaciones bilaterales».
Anteriormente, el ministro del Interior español dijo que esperaba que la disputa diplomática con Marruecos por la afluencia de inmigrantes ilegales a Ceuta terminara pronto.
España ha dicho que Ghali fue admitido como paciente de COVID-19 en un hospital español el mes pasado con un nombre falso y un pasaporte diplomático argelino por razones humanitarias.
«Hubo un desencuentro (con Marruecos) y esperamos que ese desencuentro sea lo más breve posible», dijo el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a la emisora de radio COPE.
«Es inconcebible que un gesto humanitario desencadene una situación como la crisis de Ceuta».
El Frente Polisario de Ghali, respaldado por Argelia, lucha por la independencia del Sáhara Occidental, un territorio que estuvo en manos de España y que está bajo control marroquí desde la década de 1970.
Ceuta estaba tranquila el viernes, ya que las autoridades seguían devolviendo a los inmigrantes que habían entrado en el enclave. Más de 6.500 migrantes han sido devueltos a Marruecos de los 8.000 que llegaron a Ceuta el lunes y el martes, dijo Grande-Marlaska.
El secretario de Estado de Derechos Humanos de Marruecos, Mustafa Ramid, acusó el jueves a España de cometer un «acto temerario y totalmente inaceptable» al admitir a Ghali sin consultar a Rabat. Afirmó que Marruecos tenía «derecho a retroceder» en respuesta.
En el otro enclave norteafricano de España, Melilla, situado a unos 300 km al este de Ceuta, unos 70 inmigrantes cruzaron el viernes, escalando la alta valla con alambre de espino que la separa de Marruecos, según las autoridades.
La Unión Europea ha expresado su solidaridad con España por la crisis.
