La gran reapertura de España a los viajes internacionales tuvo un comienzo lento el lunes, ya que la relajación de los requisitos de entrada no logró atraer la deseada ola de visitantes extranjeros en medio de la confusión sobre las nuevas normas.
Con la esperanza de reanimar su maltrecho sector turístico, España comenzó a permitir la entrada de personas totalmente vacunadas de todo el mundo el lunes, pero no publicó las normas detalladas hasta el sábado, dejando a los operadores de viajes y a los turistas a oscuras hasta el último minuto.
Los vuelos internacionales con destino y origen en España aumentaron alrededor de un 40% en comparación con la semana anterior, pero un portavoz del operador aeroportuario AENA dijo que el aumento estaba en consonancia con una subida general en los últimos meses.
«No es tremendamente significativo, es gradual… están subiendo poco a poco», dijo.
El aeropuerto madrileño de Barajas estaba tranquilo el lunes por la mañana, sobre todo en comparación con el agitado flujo de turistas que había antes de la crisis del COVID-19.
«Hay que rellenar unos papeles por internet y es muy complicado. Mucho mejor si dejamos todo esto», dijo la turista francesa Veronique, que no dio su apellido.
Aun así, Javier Gándara, presidente de la asociación española de compañías aéreas ALA, acogió con satisfacción la nueva normativa, especialmente la decisión de dejar entrar a los viajeros con una prueba de antígeno negativa, en lugar de la prueba de PCR, más cara.
«Permitirá recuperar el tráfico de toda Europa hacia España», dijo.
Los cruceros, a los que se les ha prohibido la entrada en los puertos españoles durante un año, también fueron autorizados a volver desde el lunes, pero no se espera el primer transatlántico hasta el 26 de junio, cuando el MSC Grandiosa atraque en Barcelona.
«Haberlo sabido unos meses antes habría permitido a las compañías de cruceros planificar la reapertura lo antes posible», declaró Alfredo Serrano, responsable de la Asociación Internacional de Cruceros en España, a la cadena estatal TVE.
Paralelamente, desde el 24 de mayo, los turistas de 10 países no comunitarios considerados de bajo riesgo, entre los que se encuentra Gran Bretaña, han podido entrar sin necesidad de dar negativo en la prueba PCR.
Los visitantes extranjeros a España, el segundo país más visitado del mundo antes de la pandemia, cayeron un 80% el año pasado, mientras que el centro de estudios Funcas calcula que la contribución del sector a la producción económica se desplomó del 12% al 4,5%.
Los datos publicados la semana pasada mostraron que unos 630.000 turistas visitaron el país en abril, frente a los prácticamente nulos del año anterior, pero todavía un 91% menos que en abril de 2019.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pronosticó que las llegadas podrían alcanzar este verano entre el 30% y el 40% de los niveles de 2019.
