España ha trazado ambiciosos planes para transformar su sistema energético, que requieren un fuerte apoyo político para garantizar las inversiones necesarias, según un nuevo estudio de política de la AIE
España ha hecho un progreso considerable hacia su objetivo de alcanzar las emisiones netas cero para 2050, pero los futuros avances deben ser apoyados por políticas estables, una financiación pública adecuada e incentivos para la inversión privada, según una nueva revisión de políticas de la Agencia Internacional de la Energía.
Desde la última revisión en profundidad de la AIE en 2015, España ha resuelto un viejo problema de tarifas de electricidad y gas que no cubrían los costes, y ha cerrado todas sus minas de carbón, lo que ha permitido al país dar prioridad a la cuestión del cambio climático y alinear sus metas con los objetivos y ambiciones de la UE.
El objetivo español de neutralidad climática para 2050 exige que las energías renovables proporcionen el 100% de la electricidad y el 97% del mix energético total. Las políticas energéticas del país se centran en el despliegue masivo de energías renovables, eficiencia energética, electrificación e hidrógeno renovable.
Aunque el porcentaje de energías renovables en el sector eléctrico ha aumentado, el informe concluye que la combinación energética total de España sigue estando muy dominada por los combustibles fósiles. En particular, los sectores del transporte, la industria y los edificios tienen mucho trabajo por delante para cumplir los objetivos de penetración de las energías renovables y de descarbonización del país.
Al mismo tiempo, España ha subrayado la importancia de garantizar una transición justa para asegurar que las comunidades de las regiones y sectores energéticos tradicionales, especialmente la minería del carbón, no se queden atrás con los cambios.
«Bajo la dirección de la ministra Teresa Ribera, España ha demostrado un fuerte liderazgo en las transiciones energéticas limpias y equitativas», afirmó Fatih Birol, Director Ejecutivo de la AIE, que presenta hoy el informe junto con la Sra. Ribera, Vicepresidenta Cuarta del Gobierno español y Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. «España cuenta con importantes recursos energéticos renovables que pueden impulsar la transformación de su sistema energético y contribuir a la consecución de sus ambiciosos objetivos».
El informe de la AIE señala que España está avanzando hacia sus objetivos para 2030, especialmente en el sector eléctrico. Tras un bache entre 2013 y 2018 debido a la falta de incentivos financieros, las inversiones en renovables volvieron a despegar a partir de 2019. La cuota de renovables en el mix eléctrico nacional creció del 33% en 2010 al 44% en 2020.
El Gobierno pretende ampliar las instalaciones de renovables en los hogares y las empresas, así como promover el uso de las renovables para la industria y la calefacción. También pretende apoyar la producción de biocombustibles avanzados, gases renovables e hidrógeno.
El sector energético español tendrá un aspecto completamente diferente una vez que sus planes y estrategias se hayan aplicado en su totalidad, ya que los combustibles fósiles dejarán de ser dominantes y los sectores de usuarios finales estarán mayoritariamente electrificados. Como ocurre en todas partes, un sistema basado en la generación renovable variable requerirá nuevas formas de respaldo y flexibilidad para garantizar la seguridad energética.
Los cambios también traen consigo oportunidades, en particular una mayor integración de un sistema energético limpio en todos los sectores, así como nuevos puestos de trabajo.
«Los cimientos de la transformación del sistema energético español se sentarán en esta década. En particular, la actual recuperación económica de la crisis de Covid-19 presenta a España una importante oportunidad para adelantar las inversiones en energías limpias durante los próximos tres años», dijo el Dr. Birol. «Espero que este informe ayude a España a navegar por su camino hacia un sistema energético limpio y eficiente y hacia un futuro neto cero».
