El gobierno regional de la Val d’Aran en España cree que hay «varios indicios» de que el animal es el responsable
Los expertos están analizando las muestras tomadas en los escenarios de cuatro ataques recientes al ganado en el norte de Cataluña para determinar si anuncian el regreso de un oso pardo llamado Goiat que se ha hecho famoso por sus depredaciones.
Goiat, que fue traído a la región desde su Eslovenia natal en junio de 2016 como parte de un proyecto de la UE para consolidar la población de osos en los Pirineos, es odiado por muchos agricultores de la Val d’Aran y sus alrededores debido a su gusto por las ovejas, las cabras y los caballos.
Hace tres años, un sindicato agrícola local pidió que el animal -cuyo nombre significa «muchacho» en el dialecto local- fuera eliminado de la zona «de una vez por todas».
Aunque Goiat perdió su collar GPS el pasado mes de octubre, lo que hace imposible su seguimiento, crecen las sospechas de que puede haber regresado a España tras pasar por la frontera con Francia. Cuatro ataques recientes han provocado la muerte de un carnero, cuatro cabras y una oveja, y el gobierno regional de Val d’Aran cree que hay «varios indicios» de que Goiat podría ser el culpable.
«Este aumento de los ataques coincide con un descenso de los mismos en la zona de Francia donde se pensaba que estaba Goiat», ha dicho Francés Bruna, consejero de Ordenación del Territorio, del Campo y del Medio Ambiente.
«No podemos descartar que Goiat esté detrás de estos ataques y por eso hemos recogido muestras que serán analizadas por la Universidad Autónoma de Barcelona para que confirmen si está presente en nuestro territorio».
En caso de que Goiat resulte ser el responsable de los ataques, dijo Bruna, se enviará un equipo para encontrarlo y colocarle un nuevo collar GPS.
El sindicato agrario catalán Unió de Pagesos señaló que los ataques coincidían con el final de la temporada de hibernación y la consiguiente reaparición de osos hambrientos.
El sindicato ha recordado que hay más de 60 osos en el Pirineo -frente a los tres que había en 1996- y ha pedido a la Generalitat que actúe en beneficio de los ganaderos.
«El debate sobre la coexistencia de estos animales con el ganado tiene que ir más allá de su presencia e instamos al Gobierno a establecer un programa de gestión que tenga en cuenta el número máximo de osos que pueden convivir con otras especies en el Pirineo dadas las consecuencias que pueden derivarse de esta coexistencia», señaló Unió de Pagesos en un comunicado.
En julio de 2018, después de que Goiat aparentemente matara a seis yeguas, cuatro potros, cuatro ovejas y una cabra, y derribara dos colmenas, el gobierno catalán dijo que estaba estudiando la posibilidad de sacarlo de la región.
«Es un oso que hace las cosas de forma diferente», dijo Ferran Miralles, director general de política medioambiental de la Generalitat.
«Si resulta ser un oso problemático, tendríamos que estudiar la posibilidad de retirarlo y activar un protocolo de extracción».
Pero Miralles añadió que, aunque simpatizaba con las preocupaciones de los ganaderos, las acciones de un solo animal no deberían anular años de trabajo de conservación.
«Un solo oso ha provocado tensiones en un proyecto bastante exitoso de 20 años y algunos dicen que los osos son peligrosos y hay que erradicarlos», dijo.
