España

Tras la marcha de Pablo Iglesias, Podemos nombra a su nuevo jefe

El partido de izquierda radical Podemos, socio menor de la coalición gobernante en España, tiene previsto nombrar este domingo a Ione Belarra como su líder tras la salida de Pablo Iglesias, quien fundó la facción en 2014.

Belarra, de 33 años y actual ministra de Asuntos Sociales, es la gran favorita para tomar el timón de un partido que surgió del movimiento de protesta antiausteridad «Indignados» que ocupó plazas de toda España en 2011.

Desde el domingo, los militantes del partido están votando a su nuevo secretario general, después de que Iglesias dimitiera el 4 de mayo tras una dura derrota a manos de la derecha en las elecciones autonómicas de Madrid.

La votación se cierra el sábado y los resultados se anunciarán en una asamblea del partido el domingo.

Aunque hay tres candidatos, Belarra se enfrenta a dos desconocidos y es seguro que ganará la votación.

Perteneciente al círculo íntimo de Iglesias, le sustituyó como ministra de Derechos Sociales cuando éste renunció a presentarse como candidato a las elecciones autonómicas de Madrid.

También dejó de ser uno de los vicepresidentes del Gobierno español.

«Ha sido elegida por Pablo Iglesias, lo que le da el apoyo de los miembros del partido. Se podría decir que ha ungido a su sucesor», dijo Paloma Román, experta en ciencias políticas de la Universidad Complutense de Madrid.

Con su nombramiento, serán dos las mujeres que ocupen los más altos cargos de Podemos, siendo la otra la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que tomó el relevo de Iglesias como vicepresidenta del Gobierno y se espera que encabece la lista de la formación en las próximas elecciones.

Un reto complejo

Conocido en su día por su larga coleta, que se cortó tras dejar la política, Iglesias ha dirigido el partido desde su creación hace siete años.

Con un enfoque supercargado del liderazgo, chocó con frecuencia con otros miembros del partido, lo que provocó la salida de la mayoría de los que le ayudaron a fundar Podemos, incluido su adjunto Íñigo Errejón, que luego creó Más País.

La lista de candidatos a la ejecutiva del partido está formada exclusivamente por el círculo íntimo de Iglesias, entre ellos la ministra de Igualdad, Irene Montero, su pareja y madre de sus tres hijos, y el portavoz parlamentario Pablo Echenique.

Para acallar a los escépticos, Belarra se ha comprometido a inaugurar «una era más armoniosa» con una forma diferente de liderazgo que adoptará «un enfoque colectivo en la toma de decisiones».

Sin embargo, el sociólogo e historiador Emmanuel Rodríguez declaró a la AFP que sería «muy complicado» para ella supervisar cualquier «reestructuración» dentro de Podemos, dado que el partido «está completamente sesgado hacia las necesidades de su vieja guardia».

No es lo que era

Podemos es el cuarto partido del Parlamento, con 35 de sus 350 escaños, por detrás de los socialistas, el derechista Partido Popular (PP) y el ultraderechista Vox.

Pero la cifra es muy inferior a los 69 escaños que conquistó en 2015, cuando entró por primera vez en el Parlamento, rompiendo la tradicional hegemonía socialista-PP y prometiendo acabar con las políticas de austeridad.

Por el camino ha conseguido perder unos dos millones de votos.

«Queda muy poco» del Podemos original, dice el politólogo José Ignacio Torreblanca, que escribió un libro sobre el partido.

«Primero hubo un big bang y luego un periodo de enfriamiento», señala, indicando que renunció a ser un partido «con perfiles ideológicos diversos» para ser uno «comunista en su esencia» pero respaldado por «aliados que le dieran un brillo más moderno».

En enero de 2020, Podemos entró por primera vez en el Gobierno como socio menor de la coalición de izquierdas del presidente socialista Pedro Sánchez.

Desde entonces se ha implicado mucho en iniciativas como la subida del salario mínimo del año pasado o la reforma laboral que reconoce como personal a los repartidores que trabajan para firmas como Deliveroo o UberEats.

Díaz ha desempeñado un papel fundamental en la elaboración de estas medidas, y también se ha ganado el aplauso por negociar con los sindicatos y la patronal la puesta en marcha de un plan de bajas laborales que ha sido fundamental para evitar los despidos masivos durante la pandemia.

Pero ella misma no está interesada en formar parte de la dirección del partido, ya que es miembro del Partido Comunista.

Sin embargo, tras recibir la bendición de Iglesias, la dirección del partido la nombrará cabeza de lista para las próximas elecciones generales, que deberían celebrarse a más tardar en enero de 2024.

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