España

Las regiones españolas necesitarán el respaldo de los tribunales para las restricciones de la COVID-19

Las comunidades autónomas españolas deberán solicitar autorización judicial para las medidas más restrictivas del COVID-19 una vez que finalice el estado de excepción nacional la próxima semana, según informó el Gobierno el martes, preparando el terreno para una transición potencialmente caótica.

El decreto de emergencia de seis meses, que proporciona un marco legal para el toque de queda a las 11 de la noche en todo el país y otras medidas que limitan las libertades civiles fundamentales, expira el domingo.

Las autoridades regionales, que ya tienen un alto grado de autonomía para establecer su respuesta a la pandemia, podrán seguir dictando los horarios de apertura de los negocios y las tasas de ocupación.

Pero sólo podrán imponer toques de queda, cierres y límites a las reuniones en el hogar con la aprobación de los tribunales locales, dijo la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo.

«Las regiones pueden justificar, argumentar, proponer medidas… que limiten los derechos y las libertades, pero necesitan una autorización judicial», dijo en una rueda de prensa.

Si un tribunal local rechaza una medida propuesta, la autoridad regional podría recurrir al Tribunal Supremo, que establecería un precedente nacional.

Dado que las tasas de infección y los enfoques políticos varían mucho en las 17 regiones de España, es probable que las restricciones posteriores al estado de emergencia también sean muy diferentes, aunque los detalles siguen siendo escasos.

Las autoridades del País Vasco, que tiene la tasa de infección más alta de España en dos semanas, con 491 casos por cada 100.000 personas, han indicado que quieren mantener restricciones estrictas en el transporte.

En el otro extremo del espectro, el noroeste de Asturias, donde la tasa es de sólo 132 casos por cada 100.000, ha propuesto ampliar el horario de apertura de los bares hasta la 1 de la madrugada.

Los datos del Ministerio de Sanidad publicados el martes mostraron que la tasa nacional bajó a 213 por cada 100.000.

El Gobierno también ha desvinculado del decreto de urgencia un paquete de medidas destinadas a proteger a los inquilinos y propietarios vulnerables de los desahucios y las ejecuciones hipotecarias, y las ha prorrogado hasta el 9 de agosto.

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