Una aplicación mapea los puntos de sombra para guiar a los caminantes de Barcelona por rutas más frescas

Cool Walks pretende ayudar a los peatones a evitar el peligroso calor y a encontrar fuentes públicas de agua potable

Una nueva aplicación promete ayudar a los barceloneses a encontrar la ruta más sombreada entre dos lugares para evitar el calor extremo.

Cool Walks, una herramienta de rutas para peatones desarrollada por primera vez en un concurso de visualización de datos, pretende mostrar a los usuarios una variedad de rutas a pie para sus destinos previstos.

Los usuarios pueden elegir la ruta más directa, una ruta sombreada que puede llevar un poco más de tiempo, o pueden poner la aplicación en «modo vampiro», que evita a toda costa la luz solar directa. Los usuarios también pueden utilizar la aplicación para encontrar fuentes de agua potable o lugares donde resguardarse del sol.

La aplicación utiliza una herramienta llamada Lidar para crear modelos de alta resolución de la elevación del suelo, con una precisión de 10 cm. Esta información se combina con datos sobre la trayectoria del sol para determinar dónde hay sombra en cada momento del día.

Barcelona quiere utilizar los espacios verdes y los árboles como parte de sus esfuerzos para mitigar los efectos del calentamiento global. El plan director de arbolado de la ciudad, con una duración de 20 años, pretende aumentar la proporción de terreno cubierto por árboles del 25% al 30%.

Albert Carbonell, analista principal del departamento de sistemas de información geográfica de la agencia de urbanismo Barcelona Regional y uno de los desarrolladores de la aplicación, dijo: «No conozco muchas ciudades que se ocupen de las rutas peatonales. Está bien que un organismo público trabaje con datos que nos ha proporcionado la ciudad, para demostrar que es factible plantear soluciones tecnológicas al cambio climático.»

Aunque la herramienta sólo cartografía un barrio de Barcelona, se espera que la investigación aporte información sobre cómo puede adaptarse la ciudad al calor extremo para proteger a sus ciudadanos y su economía.

Marc Montlleo, director de proyectos medioambientales de Barcelona Regional, dijo que el modo vampiro se creó a partir de tomar «la forma más extrema del algoritmo de datos».

Dijo: «Queríamos generar diferentes opciones para que se pudieran elegir rutas más rápidas o más frías y calculamos tres algoritmos diferentes. El modo vampiro lo creó nuestro equipo, que había bebido mucha cerveza la noche anterior. Era para divertirse un poco y evitar totalmente la luz del sol».

Las olas de calor matan a más personas que cualquier otro riesgo climático. Según el C40, un grupo de liderazgo climático formado por 97 ciudades de todo el mundo, los episodios de calor extremo en las ciudades pueden provocar un aumento de la mortalidad de hasta el 14%, además de reducir la productividad de la mano de obra y dañar infraestructuras como carreteras y líneas ferroviarias.

Jon Burke, antiguo concejal de Hackney (Londres), responsable de la expansión masiva de la plantación de árboles en el municipio, dijo: «Creo que deberíamos considerar este tipo concreto de aplicación como una medida provisional para reducir los impactos del calor extremo… mientras las ciudades invierten rápidamente en la cubierta vegetal urbana y en una infraestructura verde más amplia».

La bibliografía científica sobre silvicultura urbana es clara: para empezar a reducir las temperaturas durante los episodios de calor extremo, debemos aspirar como mínimo a un 40% de cobertura de copas en las calles, y combinarlo con otras intervenciones de infraestructura verde y la eliminación sistemática del hormigón, el asfalto y otras superficies duras que atrapan el calor».

Los líderes también deben pensar en cómo desplegar la infraestructura verde de manera que se reduzca la demanda de electricidad de la red para la refrigeración, y de manera muy estratégica […] Los servicios sanitarios también tendrán que prepararse cada vez más para el exceso de ingresos y muertes en verano, en lugar de en invierno».

«Los árboles y una infraestructura verde más amplia son la tecnología más avanzada que se conoce para mitigar el impacto de nuestras ciudades, que se están densificando y calentando rápidamente. Los responsables municipales deberían hacer de ello su prioridad en primer lugar».