Más de 40 años sin el patrón oro
Luego de iniciarse la segunda guerra mundial, el patrón oro se encontraba incrustado dentro del segmento económico y dentro de la percepción pública que los analistas suponían que el proceso no tardaría demasiado en acabar. Era de esperarse que el efecto disciplinado del patrón de oro -respecto a la salida de oro y huidas de capitales- lograra colocar freno a la capacidad d movilizar los recursos del Estado en momentos de guerra -es decir, el estado carecería de los recursos indispensables para pagar recursos y soldados-. Sin embargo, nadie supondría que la guerra alcanzaría a 4 años y que la mayor parte de los países terminarían suspendiendo el patrón de oro para poder pagar las operaciones bélicas a través de la inflación y la deuda.
Decisión definitiva respecto al patrón oro
El patrón de oro adquirió una connotación inconstante e irrelevante, sin embargo, fue hasta el 15 de agosto de 1971 cuando el presidente Nixon tomó la decisión de cortar el vínculo que el sistema monetario mundial tenía con el metal. La idea principal consistía en suspender de forma temporal la convertibilidad que existía, siendo los gobiernos los únicos que tenían la capacidad de pedir reembolsos de oro frente a dólares, sin embargo, a raíz de esta medida de urgencia temporal ocasionó que lleváramos más de 40 años de experimento monetario en el cual los billetes de los bancos centrales carecen de vinculación con el oro.
La convertibilidad es la base que actúa como freno ante las posibles arbitrariedades de la autoridad monetaria. El dólar era simplemente una promesa estadounidense de entregar cierta cantidad de oro, calculada en una onza de oro por cada 35$.
En caso de que los gobiernos lleguen a gastar más de lo ingresado, se verán en la obligación de emitir deuda. En caso de que el nivel de deuda sea alto, es probable que el mercado evite continuar prestando a un gobierno que esté demasiado endeudado. De forma que el gobierno deberá acudir al banco central con el objetivo de que monetice dicha deuda -esto significa que se emita nueva moneda respecto a la deuda que el mercado no deseo comprar-.
Cuando la monetización de deuda se extendiendo a niveles altos, la inflación aparecerá. Además, el mecanismo inflacionario posee ciertas diferencias de acuerdo al hecho de si existe o no convertibilidad. Resumiéndose en términos de que la inflación no significa más que el exceso de gasto público hecho moneda
Esencia del patrón oro desde la primera guerra mundial
Es importante acotar que el patrón de oro jamás fue el mismo luego de la primera guerra mundial. El patrón de oro clásico -ocurrido antes de 1914- brindó la posibilidad de que el público general pudiese retirar el oro del banco central en caso que lo desease. Este beneficio fue restringiendo al punto de que luego de la segunda guerra mundial sólo los Estados tenían la capacidad de pedir a otros Estados que redimieran las monedas en oro, literalmente quedó reducido a dólares y a la posibilidad de cambiar oro contra dólares según terceros Estados. Dentro del panorama monetario el oro desapareció en 1971.
Por obligación, esto ha supuesto que los agentes económicos que deseen protegerse de la inflación deberá comprar bienes reales no líquidos, o bien, mantener moneda que perderán valor según irresponsabilidades políticas de los bancos centrales.