MADRID – Las Islas Canarias y la Comunidad Valenciana, en el Mediterráneo, han pedido al Gobierno que restablezca el toque de queda para contrarrestar el aumento de la tasa de infección por COVID-19 entre los jóvenes no vacunados, que amenaza con arruinar la temporada turística de verano.
En todo el país, los casos habían disminuido en los últimos meses, pero empezaron a aumentar a partir de mediados de junio, impulsados por la variante Delta, más contagiosa, y por el aumento de las relaciones sociales entre los grupos más jóvenes.
Preocupada por el aumento, Alemania designó el viernes a España como zona de alto riesgo, obligando a los viajeros que regresen a ella a someterse a una prueba para evitar la cuarentena.
Francia ya había advertido a sus ciudadanos de que no la visitaran, aunque la ministra española de Turismo, Reyes Maroto, afirmó que España era segura.
Desde que expiró el estado de emergencia en mayo, las autoridades regionales han sido responsables de la respuesta al COVID-19, pero necesitan una autorización judicial o un decreto del gobierno para adoptar medidas estrictas que incluyan cierres, prohibiciones de viajar y toques de queda.
El Gobierno regional de Canarias dijo a última hora del jueves que pediría al Tribunal Supremo que autorizara el toque de queda de 12:30 a 6:00 horas en Tenerife, que es la isla con mayor incidencia del coronavirus.
El líder regional, Ángel Víctor Torres, dijo el viernes a la radio Cadena Ser que así se evitaría la acumulación de multitudes durante la noche y los fines de semana.
«La presión sobre los hospitales empieza a crecer. En Tenerife, la ocupación de la UCI ronda el 15% y los jóvenes están ingresando en cuidados intensivos», dijo.
Valencia, donde se encuentra el popular balneario de Benidorm, y la región central de Castilla y León, ya habían solicitado al gobierno central el toque de queda, pero la ministra de Sanidad, Carolina Darias, dijo el miércoles que «no estaba sobre la mesa».
La tasa de contagio de COVID-19 en España ascendió el viernes a 316 casos por cada 100.000 habitantes, según datos del Ministerio de Sanidad, lo que supone un aumento de 38 puntos en dos semanas.
La tasa de coronavirus en personas de 20 a 29 años subió a 1.047 casos por cada 100.000 habitantes, según las autoridades sanitarias.
Los ingresos hospitalarios han empezado a aumentar, pero siguen estando muy por debajo de los niveles registrados a principios de año.
Las muertes diarias han disminuido desde abril gracias a la vacunación de los grupos más vulnerables, como los ancianos y las personas con enfermedades preexistentes.