España

Los bisontes podrían ser los «bomberos naturales» que necesitamos para hacer frente a los incendios forestales

Los incendios forestales en España arrasan una media de casi 100.000 hectáreas al año.

Y el problema no hace más que empeorar. En la región del sur de Andalucía, el número de grandes incendios -de más de 50.000 hectáreas- casi se ha duplicado en los últimos 40 años.

Pero puede haber una ayuda inesperada: el bisonte europeo. Aunque este gran herbívoro se extinguió en la Península Ibérica hace 10.000 años, su número se ha recuperado gracias a la labor del Centro Europeo de Conservación del Bisonte de España.

Fundado en 2008 por el veterinario Fernando Morán, el centro ha ayudado a reintroducir bisontes en varios lugares del país. De una manada inicial de 24, ahora hay 153 bisontes en España. El último proyecto se está llevando a cabo en una reserva de 1.000 hectáreas en Andújar, Andalucía.

En este caso, el objetivo no es sólo reintroducir el animal, sino también estudiar si puede ayudar a reducir el riesgo de incendios forestales.

Los bisontes son los bomberos de la naturaleza

La Junta de Andalucía ha autorizado a Morán a llevar a cabo una investigación de un año de duración sobre el papel que pueden desempeñar los bisontes en la prevención de incendios forestales, eliminando el matorral y la vegetación que alimentan las llamas.

Los bisontes son especialmente aptos para esta tarea: pueden abrirse paso entre la densa maleza, crean manchas de suelo desnudo al revolcarse y tienen un apetito voraz.

«Una de las características del animal es que come madera, arbustos, matorrales, vegetación arbórea, hojas, ramas… que es todo material combustible en nuestro país», explica Morán. «Si nadie lo come o lo retira, es susceptible de quemarse. Y lo que no come, lo rompe, ya sea pisoteándolo o aplastándolo con la cabeza».

Pueden atravesar la densa maleza, crean parches de suelo desnudo revolcándose y tienen un apetito voraz.

Además, lo hace «de forma masiva porque es un animal muy grande», dice Morán.

Aquí es donde el bisonte europeo tiene una ventaja sobre otros animales de pastoreo, como las ovejas y las cabras. Con un peso de hasta 1.000 kilos, el bisonte puede abrirse paso entre la espesa maleza a la que no pueden acceder los herbívoros más pequeños. Y lo que es más importante, come hasta 35 kilos de vegetación en un solo día, el equivalente a 12.500 kilos al año.

«Es un bombero natural o salvaje que la naturaleza le ha asignado», dice.

La idea de que los bisontes pasten en la España moderna puede parecer novedosa, pero Morán afirma que esto fue la norma durante unos 1,2 millones de años. Los bisontes aparecen incluso en las pinturas rupestres de la famosa Cueva de Altamira, de 36.000 años de antigüedad.

Según Morán, la reintroducción del bisonte europeo es una forma de restablecer el equilibrio natural que se perdió cuando la especie, y otros grandes herbívoros, como elefantes, caballos salvajes y rinocerontes, se extinguieron en la península ibérica.

«Si te deshaces del bisonte o de los grandes herbívoros, sólo vas a tener bosques y matorrales», afirma.

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